El macrismo “recalcula” en la puja bonaerense

Por MARIANO PEREZ DE EULATE

El equipo de campaña de Mauricio Macri está concentrado en la tarea de convertir en votos el alto nivel de conocimiento que tiene el jefe de gobierno porteño en la provincia de Buenos, un paso indispensable para pensar en una elección presidencial decorosa el año próximo.

La mayoría de las encuestas conocidas ubican a Macri en un tercer puesto -y creciendo- apenas por debajo de Daniel Scioli y Sergio Massa, que se alternan las posiciones de acuerdo al sondeo que se mire. Esa decisión de enfocarse en el candidato presidencial implicó cierto cambio en la estrategia partidaria de posicionamiento del postulante a la Gobernación que llevará el macrismo.

Hace algunos meses, la estrategia inicial del PRO para la Provincia pasaba por hacer crecer al o a los posibles candidatos provinciales, una grilla en la que parecen haber quedado la vicejefa de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, y el intendente de Vicente López y primo de Mauricio, Jorge Macri.

Vidal, que partía con un nivel de conocimiento bajo, salió a la cancha con la promesa de que su partido articularía detrás de ella un gran plan comunicacional para instalarla. Pero aquel giro en la estrategia inicial antes mencionado, hizo que el trabajo en torno a la vicejefa se redujera a las “bajadas” de ella a los diferentes distritos provinciales y a la posterior tarea de prensa sobre esas incursiones: foto en los medios locales, algún reportaje. En el medio, hubo versiones de cierto enojo de Vidal porque nunca aparecieron los fondos y los recursos humanos prometidos.

Como sea, ahora dicen en el PRO que una vez conseguido el objetivo de hacer crecer las preferencias bonaerenses a favor de Macri, los estrategas partidarios se enfocarán en los casos puntuales de los candidatos provinciales.

PARA ADELANTE

Hay cierto consenso en el macrismo en que, finalmente, el alcalde de Vicente López terminará no peleando la gobernación sino buscando la reelección en su distrito, al fin y al cabo la única ciudad de la Provincia donde los de amarillo pueden mostrar gestión.

Además, y este es un dato muy comentado en la zona norte del Conurbano, desde lo gestual -no desde lo declarativo- Jorge Macri ha dado pocos síntomas de querer abandonar su pago chico, al punto de que no se conoce aún a ningún “delfín” que haya sido bendecido como su propio sucesor.

Más allá de la “garra” que le pone Vidal a sus recorridas provinciales, que aún no han logrado posicionarla en una cifra de intención de voto de dos dígitos, esa falta de instalación de un candidato a gobernador del PRO ha llevado a que Francisco De Narváez se plantee la posibilidad de erigirse como un aliado externo posible de Macri para ocupar ese puesto.

El Colorado y Mauricio -que fueron aliados electorales allá por 2009- tienen una relación personal y política muy deteriorada. Es célebre la anécdota de que concurren cotidianamente al mismo gimnasio pero no se saludan. Pues bien, parece que ahora han comenzado a recordar las reglas de la buena educación y al menos intercambian un “hola” austero cada mañana.

En el PRO aseguran que no existen conversaciones políticas, en especial porque Macri se muestra refractario siquiera a intentarlo. También es sabido que esa tarea la ha delegado en su operador político y ministro de Gobierno, Emilio Monzó. Que, al menos hasta ahora, tampoco habría tenido un encuentro cara a cara con el diputado nacional.

Sin embargo, Monzó sería mucho más proclive que Macri a analizar una posible alianza con el Colorado consciente de que muchas encuestas que se conocen le otorgan a éste un alto nivel de conocimiento y una nada despreciable intención de voto. Y esto último a pesar de que el hombre ha cometido errores políticos severos: desde dilapidar aquel triunfo electoral sobre el mismísimo Néstor Kirchner, a la alianza tirada de los pelos con el radicalismo cuando fue candidato a gobernador de un Ricardo Alfonsín que se postulaba a la Presidencia.

De Narváez, que siempre ha crecido políticamente por su perfil opositor, ha hecho saber que nunca podría ser candidato de Daniel Scioli porque el gobernador seguirá dentro del Frente para la Victoria. Está, por lo tanto, limitado a buscar un espacio claramente diferenciado de la Casa Rosada.

Los que abonan la tesis de una alianza con el macrismo parecen guiados por la premisa medio naif de que, hoy por hoy, Macri carece de un candidato a gobernador fuerte y el Colorado está huérfano de un postulante presidencial. Cosas de la política.

PRIMARIA POSIBLE

Operadores macristas estiman que si se liman las diferencias entre ambos referentes, una opción posible es que De Narváez compita en una Primaria Abierta del PRO para definir la candidatura a gobernador, posiblemente con Vidal. Creen que darle cierto atractivo a ese duelo serviría para llevar más gente a votar a la interna macrista (se recuerda que no son comicios para afiliados), convirtiéndolo en un test más picante que las primarias del oficialismo o las del massismo.

“Aún perdiendo, en este esquema De Narváez sería funcional a Macri”, explican fuentes macristas consultadas por este diario. Que saben que, con lógica similar, operadores del Colorado también han planteado su rol de “fortalecedor de primarias” en mesas que compartidas con hombres de Sergio Massa.

Lo dicho: en sectores macristas creen que no es de desdeñar la intención de voto que registra hoy De Narváez, por arriba de los 10 puntos según fuentes de Bolivar 1. También es verdad que esas mismas fuentes, a las que Macri escucha mucho, no pueden asegurarle a su jefe que esos guarismos no estén muy cerca del techo máximo al que pueda aspirar el Colorado. En ese sentido, se entusiasman, la figura de Vidal -con toda la ayuda del mentado plan integral de campaña por ahora freezado- parece tener mucha más posibilidad de crecimiento.