El ingenioso carnicero argentino que saltó a la fama por Paul McCartney

Un carnicero argentino logró unir en su propio negocio sus dos grandes pasiones: los Beatles y la carne. Y lo hizo poniéndole a su carnicería un nombre que bien podría ser de chiste cordobés: “Paul Mac Carne”, un particular homenaje al músico británico que, enterado del insólito nombre, hasta le agradeció la iniciativa a través de las redes sociales.

Pablo Marcelo Arana (33) inauguró su local de la localidad cordobesa de Alta Gracia hace siete meses y, con la idea de promocionar su nuevo negocio, se dio a conocer en las radios locales a ritmo de “Help” y con el eslogan “así como lo mejor de la música tiene nombre, la carne también.”

un fanático

El nombre no es otro que el del ex Beatle de quien Arana es fanático desde hace 16 años, cuando conoció a su actual esposa y, junto a su suegro, le contagiaron la pasión por la banda de Liverpool.

La elección del nombre de la carnicería surgió de una conversación familiar: “Estábamos buscando uno con gancho y salió así. Dijimos: Paul es vegetariano... pero ni se va a enterar”, contó el carnicero (Ver “Un militante...”).

Sin embargo, el artista se enteró y publicó en su red social Instagram la imagen de la esquina del local con el comentario “Un amigo mío vio esto de vacaciones. ¡Qué divertido! Con amor, Paul.”

Un comentario que ha disparado la popularidad y las ventas en la carnicería de Arana hasta extremos que a su propio dueño le resultan increíbles.

“Vino una turista extranjera y me contó medio en español, medio en inglés, que la esquina nuestra estaba en internet. Y después un amigo me dijo que ingresara a Instagram, que McCartney había publicado una foto del local. Pensé que era broma. Pero miré y estaba ahí. Estoy sorprendido por la repercusión”, detalló Arana, hincha de Belgrano y, además de fanático del cuarteto de Liverpool, fiel seguidor de la música de La Mona Jiménez.

El amor de este carnicero por Los Beatles, según él mismo cuenta, es una herencia de su suegro, Daniel Clemoveki, el padre de su esposa Carina. “Nosotros se lo contagiamos -cuenta su mujer-, yo siempre lo escuché por mi papá y Pablo también se convirtió en fan”.

todo un boom

Si bien este no es el único negocio en Córdoba que hace referencia a un grupo o tema musical -en los 90 fue famosa una carnicería que se llamaba La Vaca Cubana, en honor a Los Redondos-, está claro que el simple hecho que el mismísimo Paul McCartney se hiciera eco de la ocurrencia alcanzó para que la anécdota se convirtiera en todo un acontecimiento, tanto que a las pocas horas de que se conociera la noticia el carnicero empezó a recibir ofertas para vender el nombre del negocio como franquicia.

Arana, que no sale de su asombro por la repercusión, explica que tras el mensaje de McCartney la carnicería se llenó de clientes durante tres días hasta el punto de agotar la carne, empezando, por supuesto, por el costillar que lleva el nombre del mismo “beatle”.

El carnicero argentino confía en que siga la buena racha de ventas y no descarta que, algún día, uno de los clientes sea el propio McCartney, porque a pesar de su abierta militancia en la causa vegetariana, “cuando pruebe el matambrillo de acá, comienza a comer carne”, insiste.