Debate sobre el cáncer: ¿mala suerte o cuestión de hábitos?

FUMAR, ALIMENTARSE MAL, SER SEDENTARIO O NO CUIDARSE DEL SOL, SON FACTORES EXTERNOS QUE LOS ESPECIALISTAS CONSIDERAN COMO PRINCIPALES DISPARADORES DE DISTINTOS TIPOS DE CÁNCER Y QUE REDUCEN LA SUERTE A SU MÍNIMA EXPRESIÓN

Un estudio publicado por la prestigiosa revista científica Science disparó el debate al sostener que la mayoría de los casos de cáncer se deberían a la “mala suerte”. Y en las conclusiones de ese estudio, se aseveraba que los factores ambientales y el estilo de vida causan en realidad menos de un tercio de las variedades de cáncer.

¿Esto es así?; padecer una enfermedad de estas características obedece solamente a una cuestión azarosa?

En principio, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), salió a cruzar esta posibilidad al sostener que el cáncer tiene un origen externo identificable y prevenible, y que de ninguna manera se debe a la “mala suerte” como postuló la investigación reflejada por la publicación científica.

“Concluir que la mala suerte es la principal causa de cáncer podría confundir y quitar valor a los esfuerzos por identificar las causas de la enfermedad y por prevenirla eficientemente”, advirtió el doctor Christopher Wild, director de la agencia de la OMS dedicada al estudio de cáncer.

De esta manera, el organismo respondió al artículo científico publicado este mes en la revista Science, y que tuvo gran repercusión, y al respecto los expertos de la OMS subrayaron que esa investigación presenta numerosas limitaciones de metodología, además de que contradice la extensa evidencia epidemiológica existente que demuestra la relación entre los elementos ambientales y hábitos de vida y los tipos más comunes de cáncer.

“Si bien existe un elemento de suerte para que un individuo desarrolle cierto tipo de cáncer, éste es mínimo comparado con los riesgos externos que pueden favorecer la aparición de la enfermedad”, sostuvo el doctor Wild.

Aquel estudio internacional que disparó la polémica, señalaba que las mutaciones aleatorias de las células son las principales causales del cáncer en vez de los factores hereditarios o externos.

LA INCIDENCIA EXTERNA

Para el oncólogo Mario Bruno, titular de la cátedra de Oncología de la Asociación Médica Argentina, “la experiencia indica todo lo contrario”.

“Existen 200 variedades de cáncer -explica- pero los más comunes son el de mama y cuello uterino en la mujer, y el de pulmón y próstata en el hombre. En ambos, el de colon ocupa el tercer lugar. Y estos cinco tipos son el 70 por ciento de los casos”.

Y al analizar las incidencias de estas cinco variantes, Bruno detalla que “el de cuello de útero en un 99,9 por ciento de los casos se produce por el virus del papiloma humano (HPV), es decir, por un agente externo que se puede prevenir si se practica sexo seguro o se aplica la vacuna. En el de pulmón el tabaco es la principal causa. El que fumó toda su vida y no le pasó nada es la excepción, pero lo más probable es que si uno fuma 20 cigarrillos por día desarrolle alguna patología como EPOC, accidente cerebrovascular, o bien el cáncer de pulmón”.

“En cuanto al cáncer de colon -agregó- que es el tercer tipo más común en hombres y mujeres, se vincula directamente con la alimentación. La comida con conservantes está hecha con nitritos y nitratos, ambas sustancias cancerígenas. No es casual que en esta época sea un cáncer tan frecuente. En este contexto la ingesta de verduras es protectora, no por una cuestión química sino física: las verduras aumentan las deposiciones y esto hace que las sustancias cancerígenas estén menos tiempo en el organismo”.

“Si bien existe un elemento de suerte para que un individuo desarrolle cierto tipo de cáncer, éste es mínimo comparado con los riesgos externos que pueden favorecer la aparición de la enfermedad”

“UNA COMBINACION DE LOS DOS FACTORES”

Para la oncóloga platense Silvia Bonicatto, médica del Hospital de Gonnet, el cáncer es la resultante de una suma de factores, en la que influye el azar, pero también, y de manera determinante, los factores externos.

“Hablar de mala suerte es poco científico -señala- pero tiene algo de cierto, porque el azar influye. Esa circunstancia hace por ejemplo que en un organismo se presente una malformación celular, lo que no quiere decir que finalmene se manifieste. Pero lo que sí opera como “gatillo” para esa manifestación, son los factores de riesgo, que es lo que acelera lo genético. Es por eso que la OMS hace tanto hincapié en las conductas preventivas, que no solo pueden evitar la enfermedad, sino que impactan decididamente sobre la calidad de vida”.

“Los componentes genéticos -destaca la doctora Bonicatto- no son modificables, pero sí pueden ser atenuados con hábitos de vida saludables. El ejemplo más concreto es el del cáncer de pulmón. Una persona puede tener una predisposición genética, pero si fuma dos atados de cigarrillos por día es casi seguro que se le va a manifestar. Quienes sostienen lo del azar, marcan que hay personas que jamás fumaron y que igual desarrollaron un cáncer de pulmón, lo que es cierto, pero siempre los hábitos de vida saludables van a ayudar a luchar contra la enfermedad, no solo de cáncer sino cualquier otra”.

“Las relaciones causales son muy directas -concluyó la doctora Bonicatto- pero los factores de riesgo son los que hacen que eso se manifieste. El Genotipo es lo que podría llamarse “azaroso”, y el Fenotipo, que es la expresión de la enfermedad, lo que puede atribuirse a factores externos”.

LA IMPORTANCIA DE PREVENIR Y DETECTAR A TIEMPO

Cuando no se puede prevenir, los especialistas hacen hincapié en la importancia de la detección temprana.

“En el caso del cáncer de mama -explica el doctor Bruno- es muy difícil prevenir porque tiene una relación directa con la producción de estrógenos. Sabemos que durante el embarazo y la lactancia la producción de estrógenos se interrumpe, por eso decimos que amamantar es una forma de prevención, y por eso es una enfermedad que afecta más a las mujeres de clases medias y altas que, en general, son las que menos hijos tienen”.

En igual sentido, el especialista describe que “lo mismo sucede con el cáncer de próstata, donde cumple un rol central la testosterona, y por eso es difícil hacer prevención. Entonces, aquí a lo que hay que apuntar es a la detección temprana”.

“Cada tipo de cáncer -sostiene por su parte el doctor Daniel Pollono, médico oncólogo del Hospital de Niños Sor María Ludovica de nuestra ciudad- se debe a una alteración cromosómica, y para ello influyen muchos factores externos al individuo. El cáncer es un grupo de enfermedades que se producen por agentes externos o eventos internos o ambos, pero no solo por mala suerte”.

LOS FACTORES DE RIESGO

En sintonía con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (LALCEC), se muestra en contra del mito de que “nada se puede hacer contra el cáncer”, un concepto análogo al de la “mala suerte”.

“Las condiciones y los hábitos de las personas en su vida personal y en el trabajo -sostienen los especialistas de la entidad- repercuten en su salud y en su calidad de vida. Así, el consumo de tabaco, el factor de riesgo más común, está vinculado al 71 por ciento de todas las muertes ocasionadas por cáncer de pulmón y representa al menos un 22 por ciento del total de las muertes por cáncer”.

“También el alcohol -señalan- es un factor de riesgo que está estrechamente relacionado con el aumento del riesgo de cáncer de boca, faringe, laringe, esófago, colon y mama; y del mismo modo puede aumentar el riesgo del cáncer de hígado y de colon en la mujer”.

“Y el sobrepeso y la obesidad -describen- están igualmente relacionados con el aumento del riesgo de cáncer de colon, mama, útero, páncreas, esófago, riñón y vesícula biliar”.