El primer bebé platense del 2015

PADRES AMANTES DE LA CULTURA JAPONESA, JAVIER Y NATALÍN DECIDIERON BAUTIZAR A LA BEBA CON EL NOMBRE DE MEI QUE EN ESA LENGUA ORIENTAL SIGNIFICA “BELLEZA”. FUE LA PRIMERA DE 2015 EN LA REGIÓN

Bombas de estruendo, cohetes y fuegos artificiales parecieron anunciar con los primeros segundos del 2015 la llegada de Mei, la primera beba que nació en la Región en este año. “Los médicos me dijeron que nació justo a la medianoche, algo que ni se me ocurrió pensar que pasaría”, contó Natalín Heredia - 26 -, la flamante mamá que dio a luz por parto normal en el Sanatorio Argentino.

El nombre completo de la rozagante beba es Mei Eileen Lucero, pesó 3,500 Kg y a las pocas horas de nacer ya comenzó a alimentarse del pecho de su madre.

Si bien Natalín tenía como fecha posible de parto el próximo fin de semana, Mei decidió interrumpir los festejos de fin de año de su familia.

Las primeras señales aparecieron a eso de las 16 cuando Natalín comenzó a sentir un pequeño malestar.

Por ser primeriza decidió consultar todo lo que estaba sintiendo a su obstetra, pero la profesional le indicó que lo mejor sería esperar algunas horas. “Pensar que yo estaba arreglando mi casa y preparando la comida para recibir a mi familia y a las seis de la tarde ya no daba más, entonces armé el bolso y me vine al sanatorio”, apuntó.

“BELLEZA JAPONESA”

Javier Lucero - 31 - cansado por el “baile” que tuvo en las últimas horas, pero inmensamente feliz con la paternidad, reveló que junto a Natalin eligió ponerle Mei a su hija porque en japonés significa “belleza”.

“Los dos somos amantes de la cultura japonesa y buscábamos un nombre simple que no se escuchara muy extraño, pero que representara lo que pensamos de nuestra hija”, contó el joven que se desempeña en un frigorífico de la Región.

Mientras Mei descansaba ayer plácidamente en su cuna, la pareja no se cansaba de agradecer el buen embarazo vivido y lo rápido que resultó el parto.

“Yo no me animé a presenciar el nacimiento, pero el silencio era tan grande en el sanatorio que podía escuchar todas las indicaciones de los médicos, a Natalín en el trabajo de parto e incluso el ´ ahí viene ´ que dijeron antes de que naciera”, agregó Javier.

En ese contexto de profunda emoción, fue muy mágico para el flamante padre escuchar que con el primer llanto de su hija, centenares de cohetes comenzaron a sucederse para anunciar al año nuevo.

“Apenas me internaron parecía que la beba podía llegar a tardar mucho en nacer porque yo no tenía dilatación; pero a partir de las once de la noche todo se aceleró y cuando me subieron a la sala de partos, no fue muy trabajoso el alumbramiento”, señaló la madre que se desempeña como empleada en una pizzería de la Ciudad.

La pareja que vive en la zona de 8 y 70 hace dos años que está junta y expresó que el nacimiento de Mei es lo más hermoso que les pasó en la vida. “Por suerte está muy bien y es muy tranquilita”, aseguró la mamá.

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