Crece la inquietud por los accidentes en la avenida 520

EL TRÁNSITO EN LA AVENIDA 520 ES CADA VEZ MÁS INTENSO Y SE MULTIPLICAN LOS CHOQUES GRAVES. LOS VECINOS PIDEN MEDIDAS

La 520 es una de las principales avenidas a la Ciudad. En los últimos años, de la mano del crecimiento poblacional y comercial en barrios del norte y el oeste del Gran La Plata, ha multiplicado su flujo vehicular pero, al mismo ritmo, se ha convertido en una vía peligrosa para el tránsito, donde ocurren accidentes con cada vez mayor frecuencia.

Al ser un eje vial estratégico de la Ciudad -ya que atraviesa Ringuelet, Tolosa, La Granja y parte de Romero hasta llegar a Abasto y es, además, el acceso a puntos clave como el Mercado Regional de Frutas y Verduras, y la Autopista La Plata Buenos Aires-, la 520 se ha convertido en paso obligado para miles de automovilistas que la transitan a diario.

Sin embargo, a pesar de las obras de infraestructura y señalización que se impulsaron en años recientes, no se ha logrado bajar aún la grave estadística en materia de seguridad vial, esa que refleja que a lo largo de un año se produjeron sobre esta avenida al menos cinco accidentes fatales y un número incontable en los que hubo heridos o solo daños materiales.

RENOVADA PREOCUPACION

El siniestro fatal más reciente se produjo anteayer, cuando un Ford Falcon se despistó al llegar a la altura de calle 180 y producto del impacto murieron una mujer y su hija, mientras que otras tres personas resultaron heridas. Ese accidente renovó la preocupación de vecinos y especialistas, al tiempo que se volvió a plantear el debate sobre si se trata de un problema de infraestructura o de educación al volante.

Quienes viven sobre la avenida coinciden que “sea la hora que sea”, el tráfico vial que circula sobre la avenida 520 es “endemoniado”. En ese punto acuerdan vecinos y comerciantes, quienes remarcan que la cantidad de vehículos y la velocidad a la que circulan “es demasiada” para esa arteria.

Algunos incluso sostienen que desde que fue remodelada y pasó de ser una vía de ida y vuelta a una multicarril, la situación “más que mejorar, empeoró”.

Jorge Lorenzo, vecino de la 520, explicó que los peatones tienen dificultades para cruzar una avenida tan ancha, con un tráfico pesado y fluido, y con escasa presencia de semáforos.

Entre las sugerencias, otros frentistas, como Marcelo Fabián Ardín, plantearon la posibilidad de instalar puentes peatonales, aumentar la cantidad de semáforos y la instalación de lomos de burros que obliguen a los conductores a disminuir la velocidad y manejar más atentos.

Los vecinos agregan además que “la cantidad de camiones que circulan por la 520 a velocidades más apropiadas para la ruta que el casco urbano” agrava el escenario. “Hay supermercados mayoristas y corralones”, por lo que transitan vehículos de gran porte todo el tiempo.

Algunos de los lugares de alto riesgo para automovilistas y peatones son la rotonda de 25 y 520; la de 19 y 520; y el tramo que va desde el distribuidor Pedro Benoit (13) hasta el Mercado Regional, en la calle 119.

Desde la Comuna explican que, para mitigar esta situación, “entre los controles permanentes que realiza la Municipalidad se incluyen los que están en la 520. Se trabaja con una frecuencia de por lo menos tres días semanas, requiriendo a los automovilistas documentación y condiciones de seguridad de vehículos. A esto se suman a las medidas de seguridad vial que se han tomado en esa calle. Vale mencionar, además, que se trata de una arteria de gestión compartida con la Dirección Provincial de Vialidad.

UNA CUESTION DE EDUCACION

El Magister en Seguridad Vial Daniel Zuccarelli considera que la razón de que se produzcan tanto accidentes radica en la actitud de los propios conductores. El especialista explicó que del famoso triángulo de seguridad vial (factor humano, infraestructura y condición técnica del vehículo), en el 99% de los casos, los accidentes se deben a “un error humano”.

En tal sentido, el experto no dudó al explicar que desde que se remodeló, la 520 resulta un ejemplo de trabajo de infraestructura “bien hecho, una calle bastante segura”.

Al convertirla en una doble vía, con una división central en algunos segmentos, las probabilidades de choques frontales son muy reducidas; pero como contrapartida, remarca, se incrementan las chances de otras modalidades de accidentes de tránsito.

“Lo que la gente hace es utilizar este tipo de vías para aumentar la velocidad”, afirmó el especialista, por lo que hizo especial hincapié en la falta de educación vial, una condición generalizada entre los automovilistas del país, por lo que también criticó los escasos conocimientos que se requieren en los exámenes para obtener la licencia de conducir.