Camila Cabello: “No es saludable para el cerebro escuchar tantas opiniones”

A diez años de su debut, Camila Cabello parece estar cerrando un círculo al volver a donde todo comenzó para ella y su carrera: un programa de talentos. A los 25 años, la joven artista nacida en Cuba, una ascendencia que el mundo conoció gracias a su mayor hit “Havana”, asume con “mucha responsabilidad” el hecho de ser coach de “The Voice”, tras haber sentido las mismas sensaciones de los participantes que audicionan por primera vez cuando, en 2012, y con apenas 15 años, se enfrentó a los jurados de “The X Factor”.

Aunque por circunstancias relacionadas con los derechos de autor de la canción que eligió para superformance su primera audición no se vio en el reality, una carismática Camila sorprendió con su virtud y aunque avanzada en el certamen fue eliminada, fue luego invitada a una especie de repechaje junto a otras cuatro cantantes con las que, tras el padrinazgo de Simon Cowell, terminaría integrando las Fifth Harmony, el grupo que la impulsó directo a la fama pero del que se alejaría en 2016 para iniciar su camino por cuenta propia.

Para darse vuelta y tocar el botón rojo, Camila necesita sentir que está en presencia de alguien auténtico

Una carrera solista que, desde entonces, no hizo más crecer: Dos discos, miles de millones reproducciones, temas que han sido bailados en el mundo entero (desde el mencionado “Havana” hasta “Señorita” con Shawn Mendes, quien fuera su pareja), colaboraciones resonantes (una de las últimas con la argentina María Becerra) premios, distinciones y hasta un protagónico en cine (”Cinderella”) dan cuenta de ello.

Aún así, la joven artista, que reivindica en su música los ritmos latinoamericanos que lleva en su sangre (de padre mexicano y madre cubana, se repartió su infancia entre esos dos países y a los 7 emigró a Estados Unidos, en donde en 2008 obtuvo la nacionalidad), no se deja enceguecer por la fama convencida de que lo que pasa en las redes no es real y que, buenos y malos comentarios , son “peligrosos” por igual.

“No es saludable para el cerebro escuchar tantas opiniones sobre nosotros mismos”, aseguró la artista, que hace tiempo decidió eliminar de su teléfono las aplicaciones de redes sociales para no correr el foco de atención de lo verdadero, lo palpable, lo que está ahí, cerca de ella.

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En el marco de una conferencia de prensa virtual con medios latinoamericanos, entre ellos EL DIA, Camila Cabello se refirió a su participación en “The Voice” (la versión original del show que en Argentina se emitió por Telefé con Lali Espósito, Soledad y los Montaner como coaches), un reality en el que comparte el jurado con Gwen Stefani, John Legend y Blake Shelton y que, en este país, se puede seguir de manera exclusiva a través de Universal+.

-¿Cómo tomaste la convocatoria para ser parte de “The Voice”?

-Yo vine de un show de competencia de canto, “The X factor”, que es diferente pero también parecido. Y estaba, obviamente, súper emocionada de que me consideraran para ser coach pero lo pensé bastante porque es una tremenda responsabilidad. Este show cambió mi vida. En general, son shows que tienen el potencial de cumplir sueños y de cambiar vidas y por eso siento una responsabilidad que no es ligera. Eso me preocupaba un poco al principio. Porque, al final del día, todos somos humanos y todas estas decisiones son impulsivas y emocionales, y tienen el poder de cambiar la vida de la gente. Pero consideré todo y me decidí. Yo creo que tengo mucho que aportar al show por los diez años que he estado haciendo esto como cantante pero también, específicamente, por mi experiencia de empezar en un show como este.

Cuando debutó en “The X Factor”, a los 15

-¿Qué es lo que más te motiva a la hora de darte vuelta y apretar el botón?

-Puede haber alguien que sea técnicamente excelente, y eso te hace tocar el botón. Pero también puede haber gente que técnicamente sea como un diamante que no fue pulido todavía pero tiene algo mágico. Puede ser alguien que escogió hacer un cover en una manera completamente inesperada, única y diferente, y eso me deja pensar que detrás se esconde una persona creativa, un artista, con una perspectiva original. Pueden ser diferentes cosas pero tiene que ser algo original, algo nuevo, sin dudas.

“Los shows como ‘The Voice’ tienen el potencial de cumplir sueños y de cambiar vidas y por eso siento una tremenda responsabilidad”

-Se ve que se divierten mucho frente a cámara con Gwen, John y Blake. Pero, ¿qué pasa en el backstage?

-Es lo que ves en la tele pero multiplicado por 10 porque no tenemos los filtros ni las ediciones para que pueda pasar por la televisión nacional. Los chistes son más groseros. Nos reímos demasiado. Después de almorzar, que siempre es alrededor de las cinco de la tarde, todos tenemos un poco de tequilita, y ahí empieza la fiesta real y ¡que no ponen en la televisión! (risas).

-¿Quiénes fueron los coaches que forjaron tu carrera o que te impulsaron en tus inicios?

-He tenido tantos coaches y en diferentes formas, obviamente, excluyendo a mis padres y a mi familia. Hay gente que he visto de fan y que después tuve el honor de tenerlos como amigos. Alejandro Sanz es alguien que es como un hermano mayor para mí. Ed Sheeran también me ha dado muchos consejos. Taylor Swift siempre me apoyó mucho y me dio muy buenos consejos. Y también hay artistas o autores, como Elizabeth Gilbert, que es mi amiga ahora, pero habla mucho de la integridad, de la creatividad. Yo tengo el gran privilegio de poder acercarme y hablar con algunos de mis héroes. Pero creo que todo el mundo tiene sus coaches.

-¿Qué te gustaría transmitirle a las nuevas generaciones en el mundo de la música? Sobre todo teniendo en cuenta que este tipo de shows son muy buenas ventanas para darse a conocer en el mundo.

-Para mí es una cuestión de integridad. Vivimos en una cultura donde podemos tener la razón incorrecta por la que la gente quiere ser famosa, y está dispuesta a hacer lo que sea para tener seguidores, para tener más likes, vistas, minutos de fama... Eso creo que es bueno para los artistas para enseñar su talento y su esencia pero también creo que es importante hablar de la integridad. Al final del día tienes que ser honesto contigo mismo, tienes que trabajar para ser la versión de ti más auténtica. Y puede ser que sea un camino más lento, sin esos dos minutos de fama súper rápido, y todas las vistas, pero esto es lo que hace una carrera larga y un grupo de fans que de verdad te entienda. No estás vendiendo tu alma por dos segundos de fama. Creo que es un buen mensaje para las nuevas generaciones porque ese camino, más fácil, puede ser tentador.

Con sus compañeros de jurado: Blake Shelton, Gwen Stefani y John Legend

-¿Cómo hace una persona que recién está comenzando en el medio para mantener esa integridad artística?

-Hay que protegerse de las cosas que sean tentadoras para el ego. Yo creo que los comentarios negativos y positivos son iguales. Nada de eso es realidad y nada de eso es bueno. Es peligroso. Tu tienes que estar en tu burbuja, vivir tu vida y rodearte de gente que tenga pasión por la música y que lo estén haciendo por las razones auténticas, puras. No darle mucha atención a los comentarios. No estar tanto tiempo en redes sociales. Yo borré todas mis aplicaciones de redes sociales de mi celular. Yo no estoy viendo los comentarios porque eso me quita el foco de la creación artística. Escribir letras en mi celular es mucho más productivo que leer lo que la gente está diciendo de ti. Nada de eso es real. No porque sea negativo, porque a veces te dicen cosas lindas, y eso también es peligroso. No es saludable para ninguna persona, para los cerebros, tener tantas opiniones de nosotros todo el tiempo. Si no es alguien cercano, y que tu respetas, no es necesario, es solo una distracción.

“Cuando voy a Cuba, mi familia me dice que tengo que comer más, y en EE.UU. me dicen que no soy lo suficiente flaca”

-En este show no importa la apariencia sino la voz, algo que da un buen mensaje en un mundo que vive mirando lo de afuera. En este sentido, ¿qué piensas sobre el “body positivity”?

-Mi familia en Latinoamérica, las mujeres de mi familia, tienen todos tipos diferentes de cuerpos. Las mujeres y las cubanas de mi familia tienen curvas y cada vez que me ven me dicen que estoy demasiado flaca, que tengo que comer más. En el público americano me dicen que no estoy demasiado flaca (risas). Creo que todas las culturas tienen maneras de ver a la mujer. Pero lo que hay en común es qué aburrido sería el mundo si todos nos viéramos iguales. Los cuerpos son como los helados, de diferentes tipos: hay de fresa, de chocolate, de vainilla. Hay diferentes cuerpos y todos son bellos. Y este show trata sobre esto. Es fascinante lo que pasa cuando el sentido de la vista está aislado, y solo tienes el oído. Solo te enfocas en la esencia de la persona y en esa emoción que te puede traer una voz. Y te das cuenta que alguien puede cantar algo técnicamente perfecto y no puede fallar una nota pero es una cualidad mágica que tiene alguien.

“Hay que protegerse de las cosas que sean tentadoras para el ego. Las opiniones son peligrosas”

-¿Qué pasa con los participantes que no elegiste o que no pasaron de ronda? ¿Seguís conectada con ellos?

-Bueno, todos los artistas de mi equipo tienen mi número de WhatsApp y ya estamos en una parte de la competencia donde muchos de ellos ya han sido eliminados. Pero seguimos conectados. Hay muchos que me mandan canciones. Yo creo que si es algo orgánico, no me importa cuantos seguidores o fama tengan. A mí lo que me inspira es el talento. Y que no sea el momento de ellos todavía, o que no hayan sido descubiertos aún, no significa que no tengan algo especial.

-Si volvieras a ser participante, ¿con qué canción audicionarías?

-Es una buena pregunta. Yo creo que elegiría o una canción clásica de los ochenta, pero en una versión completamente diferente, o una canción del tipo “Frío, frío” de Juan Luis Guerra. Yo creo que las baladas funcionan mucho porque puedes oír la esencia de tu voz y tu personalidad sin todo el ruido, por ejemplo, del rock.

-¿Qué le dirías a la Camila Cabello del pasado para enfrentarse a la del presente?

-A esa Camila le hubiera dicho “no mames, estás loca, eso no tiene sentido”. Yo ni pasé por las rondas como solista en ese tiempo. Era mi primera vez cantando enfrente de un público: yo veía puntitos negros porque creía que me iba a desmayar. Pensar que yo algún día, estaría del otro lado ayudando a otros artistas que sienten que se iban a desmayar, no me lo podría haber imaginado. Pero probablemente me hubiera dicho que todo se trata de divertirse. Cuando tú te estás divirtiendo en el escenario, la gente se está divirtiendo. Hay que ser menos perfeccionista y más diversionista.