Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Espectáculos |EN LA PANTALLA

Diez años sin “Breaking Bad”: ¿El reverso del sueño americano o su ejemplo más claro?

Con su antihéroe, un hombre gris que se convierte por las circunstancias en un magnate de las drogas, la serie atrapó a una generación. Hace una década llegaba a su final, pero su alegoría sigue presente

Diez años sin “Breaking Bad”: ¿El reverso del sueño americano o su ejemplo más claro?
24 de Septiembre de 2023 | 06:20
Edición impresa

“Breaking Bad” marcó una era. Las plataformas todavía no se habían instalado (solo existían Netflix y algunos tímidos competidores) pero al momento de su emisión en la vieja y querida tevé por cable, desde 2008, encabezó la llamada Edad de Oro de la pantalla chica, un tiempo de grandes producciones que corrían los límites de lo posible en la ficción y contaban historias más complejas, ambiguas e interesantes que su hermana “mayor”, el cine, al menos en la industria de Hollywood.

Y este viernes, se cumplirá una década de su final: uno de los más recordados cierres televisivos de la historia, broche de oro para una serie que cosechó en el camino 16 premios Emmy, pero también apenas el comienzo de un universo que siguió expandiéndose a través de la precuela “Better Call Saul” (para algunos, mejor todavía que la original” y la película “El Camino”, que cerraba algunos cabos sueltos de aquel ametrallado final.

Un viaje que comenzó en 2008 con un hombrecito gris, un pobre tipo cuya vida no había sido como le habían prometido: Walter White, encarnado por un genial Bryan Cranston, que hasta entonces era conocido por un rol completamente distinto, como el padre de la comedia “Malcolm in the Middle”. White es un profesor de química en un instituto de la ciudad de Albuquerque, al que a punto de cumplir cincuenta años la vida le da un vuelco: es diagnosticado de un cáncer de pulmón en estado avanzado.

 

El deterioro moral de su protagonista da título a la serie, “Haciéndose malo” (“Breaking Bad”)

 

La enfermedad, las duras condiciones del sistema de salud de Estados Unidos, que amenazan con llevarle a la ruina para pagar los costosos tratamientos médicos, y el temor por el futuro económico de su familia cuando ya no esté, lo empujan a buscar en la fabricación de metanfetamina la salida más fácil a sus problemas. Aunque, en realidad, por lo cómodo que se va sintiendo en el rol de narcotraficante, pareciera que la enfermedad, la injusticia de enfermar de cáncer, le hubieran dado a White la excusa que necesitaba para dejar de hacer lo correcto, salir de su timidez y pasar a la acción.

En fin. Gracias a sus conocimientos de química y los contactos con su antiguo alumno Jessy Pinkman (Aaron Paul) fabrica la mejor metanfetamina que los adictos de su ciudad han conocido. Es el punto de partida de un viaje sin retorno junto a Pinkman.

EL BIEN Y EL MAL

Para muchos, el reverso del sueño americano, ese de ascenso a través del esfuerzo. Para otros, al contrario: funciona como una especie de alegoría de ese sueño, una metáfora de cómo se forjó un país, a través de empresas individuales y de costados más que turbios y sangrientos. Si el sueño americano existe, es pisando cabezas sin escrúúlos.

Así, en una sociedad en la que el éxito económico divide a las personas entre triunfadores y perdedores, el apocado profesor de instituto y padre de familia se transforma en Heisenberg, un exitoso “hombre de negocios” cuyo nombre circula como una leyenda por los bajos fondos. Así, el deseo de dejar en una buena situación económica a su familia ante su inminente muerte, le transforma en un ser codicioso y falto de escrúpulos. El deterioro moral que da título a la serie, “Haciéndose malo” (“Breaking Bad”).

Uno de los aciertos de la serie es la construcción de personajes que interactúan en un universo propio. Su socio, Jesse Pinkman, un atolondrado joven, ejemplifica la inocencia que Walter White pierde durante su metamorfosis.

Por la serie circulan drogadictos, a los que su adicción convierte en víctimas fáciles de los carteles mexicanos de la droga, representados por Tuco Salamanca (Raymond Cruz) y su astuto tío Héctor (Mark Margolis). Saul Goodman (Bob Odenkirk), un extravagante abogado, se ocupa de los asuntos legales, mientras Mike Ehrmantraut (Jonathan Banks), un duro ex policía, busca soluciones, no siempre legales. Otro destacado personaje es Gustavo Fring (Giancarlo Exposito), un respetado empresario que desde un oscuro origen ha levantado un imperio de restaurantes de comida rápida bajo el que esconde su negocio de fabricación de metanfetamina. A todos los persigue el cuñado de White, Hank Schrader (Dean Norris), un agente de la DEA.

UNA ESTÉTICA ÚNICA

Con 58 nominaciones y 16 premios Emmy, incluidos mejor actor protagonista, actriz, actor de reparto y mejor serie dramática, “Breaking Bad” es una de las series más premiadas de la historia. Un reconocimiento en el que tiene mucho que ver la elección de actores y la originalidad e imaginación de su puesta en escena.

Colores saturados, claroscuros y preferencia por la luz natural frente a la iluminación artificial dan a la serie una estética moderna y rompedora que enfatiza los conflictos psicológicos y el dramatismo. La tensión está construida a partir del uso de cámara al hombro y la elección de encuadres y composiciones arriesgadas.

Cada episodio arranca con un pequeño tráiler que introduce lo que va a pasar en el capítulo y prepara a los espectadores para unos cuidados títulos de crédito, que juegan con los elementos químicos de la tabla periódica y las iniciales del nombre de actores y equipo técnico.

Desde su despedida, los fans de “Breaking Bad” han sobrellevado el síndrome de abstinencia provocado por su ausencia con la emisión de una precuela, de nombre “Better Call Saul”, y un telefilme llamado “El Camino: A Breaking Bad Movie”. La precuela muestra, con abundantes elipsis temporales, la vida del abogado Saul Goodman y su “hombre para todo”, Mike Ehrmantraut, y los acontecimientos previos y posteriores a la serie. Por su parte “El Camino: A Breaking Bad Movie”, se centra en lo que le ocurre a Jessy Pinkman a partir del cierre del último capítulo. Dos trabajos que hacen soñar a sus seguidores con nuevas entregas del universo “Breaking Bad”, con las que su creador, Vince Gilligan, ha coqueteado.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$135/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2590

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$190/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3970

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$135.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2590.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla