Realeza: los 50 años de reindado de Carlos Gustavo de Suecia

A veces pasa. Y no es necesario ser de la realeza sino que todos tenemos semanas aburridísimas, sin salidas ni reuniones y, de repente, se le dio a los amigos por casarse y a la familia por festejar hasta que el nene dijo “mamá” por primera vez.

Pues esta es una de esas épocas en que, luego de estar desaparecidos en sus residencias veraniegas por un par de meses, nuestros amigos los royals no paran. Las fiestas empezaron con los 50 años de los herederos de Noruega que reseñamos en nuestra entrega anterior y, a partir de allí, aniversarios, visitas de estado, entrega de premios y actos de gobierno poblaron las agendas. Todos con alta importancia institucional aunque, como siempre, las miradas están puestas en los atuendos de las damas. “Mirá lo que se puso” podría titularse esta entrega así que vamos ya a analizar sus looks.

EN SUECIA, 50 AÑOS EN EL TRONO

El rey Carlos Gustavo cumplió 50 años en el trono de Suecia y no se conformó con una simple fiesta sino que fueron tres días de cenas de gala, almuerzos, conciertos y actos en los que estuvo acompañado de su familia, miembros del gobierno, personalidades destacadas y sus colegas escandinavos: la reina Margarita de Dinamarca y familia y el rey Harald de Noruega y familia.

La gran sorpresa fue el debut en traje de gala de la princesa Estelle, de 11 años, un diseño de H&M que ya había usado la princesa Victoria, su madre, hace un par de años. La nieta mayor del rey, quien algún día será reina, lucía preciosa con este vestido verde, vaporoso, perfectamente adaptado a su contextura, ingenuo y a la vez elegante.

Magdalena confirmó que volvió a Europa para opacar a todas las demás princesas

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No es que las demás damas hayan estado mal sino que queremos destaca a dos de ellas que superaron al resto: la princesa Magdalena, hija del rey Gustavo, y la princesa Mary, heredera consorte de Dinamarca.

Magdalena fue, en los 2000, la princesa de los escotes atrevidos. Bellísima, era (y es) un mix perfecto entre los genes latinos de su madre y los escandinavos de su padre y deslumbraba en cada aparición. Luego de su boda se mudó a Estados Unidos y tuvo un perfil más discreto pero Magdalena ha vuelto a Suecia para quedarse y lo demostró en esta celebración con su primer vestido de noche: un modelo de Marchesa de falda asimétrica, de escote strapless bajo, casi en el límite de lo pudoroso. El atuendo para la noche de gala no fue menos impactante: la diseñadora inglesa Jenny Packham fue la elegida y el vestido no podía ser más hermoso.

De color claro con un casi imperceptible tornasolado entre rosa y celeste, tenía el cuerpo y la capa superpuesta íntegramente bordados en lentejuelas. La tiara, de factura moderna, acompañaba el conjunto que será, sin duda, uno de los mejores del año.

En el concierto de la tarde siguiente Magdalena confirmó que volvió a Europa para opacar a todas las demás princesas: llevó un vestido de Self-Portrait que tiene la característica de parecer chaqueta y falda pero que en realidad es una sola pieza. En color celeste claro y con plisados y bordados, puede ser que les resulte familiar ya que Kate, la princesa de Gales, suele usar estos modelos de la misma firma.

Magdalena de Suecia

Mary, la esposa del príncipe heredero Federico de Dinamarca, brilla con luz propia y en los festejos de Suecia no se ha quedado atrás. Para la primera gala eligió un vestido también strapless aligerado con una chalina al cuello. Confeccionado en seda mikado, fue diseñado por el danés Lasse Spangenberg. Era blanco con estampas florales en negro y una falda amplísima que será difícil para sentarse pero que en movimiento resulta elegantísima.

También para la segunda noche Mary eligió a Spangerber pero esta vez repitió vestido aunque reformado. Y ganó en la reforma. Cuando estrenó este vestido azul noche, en 2019, la parte superior era un encaje superpuesto de un solo hombro. Ahora la princesa ha sustituido el encaje por un top de tul bordado. Mucho más favorecedor.

Destacamos a estas dos invitadas pero todas han estado a la altura. Tanto la reina Margarita de Dinamarca con sus majestuosos vestidos diseñados por ella misma como Sonia de Noruega y Silvia de Suecia con sus atemporales conjuntos amarillos. Fueron tres días de pasarela continua a la altura de tan importante acontecimiento

Los looks de Magdalena de Suecia

EL PRINSJESDAG, UNA OCASIÓN SOLEMNE PARA QUE LAS DAMAS SE LUZCAN

Los que seguimos los acontecimientos reales esperamos cada tercer martes de septiembre con ansias. No solo porque suele ser el cambio de temporada (primavera aquí y otoño en el hemisferio norte) sino porque en ese día señalado tiene lugar en los Países Bajos el Prinsjesdag (Día del Príncipe es la traducción literal). Es un acontecimiento solemne en que el rey da un discurso para inaugurar las cortes y el gobierno presenta el presupuesto del próximo año para ser aprobado por los legisladores. Marca el futuro del país y el rey, como jefe de estado, hace un balance y marca los pasos a seguir. Ya hemos compartido con nuestros lectores el desarrollo de este acto años anteriores así que nos centraremos hoy en como las damas protagonistas de la jornada han lucido sus atuendos.

La reina Margarita de Dinamarca se destacó con los atuendos que ella misma diseñó

Desde 2002 Máxima ha sido el centro de todas las miradas. Los primeros años como princesa, en un segundo plano, trató de ser discreta. Eligió ropa de Natan la mayoría de esos años aunque en 2004 llevó un traje del argentino Benito Fernández. En 2013, su primer año como reina, Máxima cambió el estilo. Comenzó a elegir diseños de Jan Taminiau y Valentino y sorprendió el año pasado al apostar por Benchellal, un diseñador holandés que usa para sus confecciones material reciclado. La única vez que la reina no estrenó fue en 2020. Ese año la pandemia obligó a un acto sencillo en que usó un vestido de 2017 al que, curiosamente, mando a teñir de amarillo patito a mostaza claro.

Lo que no imaginábamos era lo que se traería este año entre manos: por primera vez en un Prinsjesdag Máxima usó pantalones. En realidad era un mono color rosa íntegramente realizado con tejido reciclado, esta vez de Claes Iversen, un holandés de diseños provocadores y uno de los favoritos de Máxima que en moda, siempre busca salir de lo tradicional. El mono tenía superpuesto un abrigo de verano con flores estampadas en el mismo tono y en el cabello una flor enorme también engamada. La prensa especializada amó el conjunto pero la opinión pública se polarizó. Es de esos atuendos que se aman o se odian pero que jamás pasan inadvertidos.

Los trajes de Lasse Spangerberg que llevó Mary de Dinamarca

Desde estas páginas la apoyamos porque ella debe destacarse. Y no solo porque es la reina sino porque hay una nueva generación que ya le está haciendo sombra en cuanto a estilismo. Su hija mayor, la princesa de Orange, asistió por primera vez al Prinsjesdag el año pasado. Su look no había convencido del todo pero este año tuvo revancha y supo aprovecharla. Llevó un vestido de escote irregular, drapeado y en un color que nunca falla, el azul real, proveniente de la casa londinense Safiyaa, pionera en la ropa de lujo lista para usar, un paso intermedio entre la producción industrial masiva y la alta costura.

Amalia estaba preciosa aunque el protagonismo se lo llevó, como era de esperar, su hermana. La princesa Alexia acudió por primera vez a este acto y eligió un vestido de Zhivago que recordaba a los fabulosos vestidos estructurados de los años 30 y 40 con hombreras y mangas largas pegadas. La falda estrechísima, levemente amplia en el ruedo, le torneaba el cuerpo y, aunque le quedaba perfecta, fue motivo de escándalo en los círculos más tradicionales. Alexia va a dar que hablar. Fue la que más disgustos les ha dado a Máxima y a Guillermo Alejandro y no hay duda que a pesar de ser la segunda hija nunca estará en un segundo plano. ¿Será la Harry holandesa? Todo apunta a eso.

La Princesa Sofía y el Príncipe Carl Philip de Suecia / AFP

Estos dos acontecimientos reales no fueron los únicos de este comienzo de otoño boreal. Letizia de España, Matilde de Bélgica y Camila de Gran Bretaña no han estado ociosas y nos han dado lección de cómo lucir diseños fabulosos. Iremos analizando sus looks en las próximas ediciones.

Como siempre decimos, la moda puede ser un hecho frívolo y el lujo un poco anacrónico frente a las grandes crisis mundiales. Pero también con la elección del vestuario se emite un mensaje. La mayoría de los atuendos que hoy hemos mencionado provienen de firmas en que el cuidado del medio ambiente es uno de sus principios. Ya nadie se sorprende de que la ropa de reutilice y recicle y lejos quedaron las pieles u otros tejidos provenientes del reino animal. La sofisticación de reinas y princesas pasa hoy por la sustentabilidad.

La reina Margarita II de Dinamarca