El mundo del rugby se moviliza por “un hígado para Ezequiel”

PABLO MÉNDEZ JUNTO A SU HIJO EZEQUIEL, INTERNADO EN TERAPIA INTENSIVA EN ESPERA DE UN HÍGADO.

La noticia se difundió rápidamente en el ambiente del rugby local generando angustia y preocupación. Ezequiel Méndez, hijo de “Patuco” y nieto de “Pipo” Méndez, pasó a ocupar días atrás el segundo lugar en la lista de urgencia nacional del INCUCAI. Mientras el joven aguarda la aparición de un hígado que le permita salvar su vida, sus amigos y familiares se movilizan por estas horas para despertar una mayor conciencia sobre la importancia de la donación.

“En este momento no puedo hacer más que rezar, tener fe y pelear para que se tome consciencia de lo importante que es donar órganos... por Ezequiel y por otras tantas personas que están en su misma situación”, explica Pablo Méndez desde el Hospital El Cruce de Varela, donde el mayor de sus hijos se encuentra internado en terapia intensiva con un respirador.

La historia de Ezequiel -que se hizo pública a través de los sitios web del Club Los Tilos y la Unión de Rugby de Buenos Aires- arranca hace trece años cuando el chico tenía seis. En ese momento lo que parecía ser una hepatitis como cualquier otra terminó siendo diagnosticada en el Hospital de Niños de La Plata como una forma crónica y autoinmune de la enfermedad. En otras palabras, explica su papá, “el cuerpo de Eze no reconoce a su propio hígado y lo ataca como si no fuera de él”.

Cuando los médicos pudieron determinar la causa de la afección, ésta ya había comprometido cerca del 80% del hígado de Ezequiel. “Por suerte, gracias a un tratamiento con inmunosupresores, pudo recuperar gran parte de su funcionalidad. Y así estuvimos los últimos trece años entrando y saliendo de hospitales, conscientes de que tarde o temprano esto iba a ocurrir”, cuenta el papá.

A principios de este año, cuando Ezequiel estaba a punto de instalarse en La Plata para ingresar a la carrera de música, su hígado comenzó a dar señales de que no iba más. Sin margen para continuar esperando, los médicos le plantearon entonces la necesidad de prepararse para un trasplante. Pero pasaron varios meses; la situación se torna cada vez más angustiante; y sigue sin aparecer un órgano compatible con él.

DEFICIT DE DONANTES

“Los médicos nos explicaron que no es el mejor momento para dar con un donante. Al parecer la donación de órganos viene cayendo desde diciembre del año pasado por una cuestión de credibilidad. La gente confía cada vez menos en las instituciones. Por eso es que resulta tan importante que se dé a conocer la situación y se difunda la necesidad de donar”, dice el padre de Ezequiel.

Una figura reconocida en el mundo del rugby por haber jugado durante años en la primera de Los Tilos y ser el actual entrenador del equipo mayor del Club Atlético de Chascomús, pero también porque su padre, “Pipo”, fue integrante de Los Pumas, Pablo logró que su pedido de ayuda encontrara en ese ambiente una rápida repercusión.

Aunque hace años que dejó La Plata para mudarse a Ranchos, donde hoy vive con su familia y ejerce su profesión de ingeniero agrónomo, el hecho de conservar gran parte de su familia y amigos en la Ciudad lo ayudó multiplicar su mensaje tanto de boca en boca como a través de las redes sociales en internet.

“Necesitamos que la comunidad tome consciencia de la importancia de donar vida después de la vida. No le deseo el mal a nadie, pero hoy por hoy una familia que ha perdido a un ser querido puede tener en sus manos la posibilidad de darle una esperanza de vida a otros. Tengo fe de que Ezequiel va a salir de ésta”, dice el papá.