Se usó menos pirotecnia en la Ciudad para la fiesta navideña

ESTE AÑO LAS VENTAS DE PIROTECNIA CAYERON CERCA DE UN 30% EN LA CIUDAD. ADEMÁS SE REALIZARON NUMEROSOS CONTROLES Y EN LOS HORNOS SE CLAUSURÓ UN LOCAL EN EL QUE SE OFRECÍAN A LA VENTA PRODUCTOS DEL RUBRO SIN AUTORIZACIÓN DE LA COMUNA

En los barrios platenses a las 12 de la noche del 24 de diciembre pasado se escucharon menos ruidos que años anteriores. Hubo explosiones de petardos, luces de bengala, “rompeportones” y cañitas voladoras, pero con menor intensidad que la habitual. El fenómeno se vio reflejado en el número de lesionados, apenas siete personas resultaron afectadas y fueron atendidas en hospitales platenses, todas con heridas leves, contra las decenas que se contabilizaron en años anteriores.

En los puntos de venta de pirotecnia autorizada -como por ejemplo algunos kioscos- coincidieron en destacar que “se vendió bastante menos que en la Navidad pasada, aproximadamente un 30%”, aunque consideraron que “el 31 para recibir el año nuevo seguramente las ventas repuntarán”.

Otro dato elocuente: en los barrios de la periferia donde suelen instalarse puestos en las esquinas, hubo mucho menos estructuras montadas con caballetes y tablas que el año pasado. Así pudo constarse a través de una recorrida realizada por este diario.

Funcionarios de la Municipalidad de La Plata y también de la Provincia -en total se contabilizaron en el Gran Buenos Aires 16 heridos durante la Nochebuena- atribuyeron la baja en el uso de elementos de pirotecnia a varios factores: mayores controles, programas de prevención y también una fuerte campaña de protectoras de animales para evitar ruidos molestos que provoquen malestar en perros y gatos.

La secretaria de Modernización y Desarrollo Económico de la Municipalidad, Alejandra Sturzenegger, también planteó que hubo menos heridos porque “se apuntó mucho a la prevención inculcando el uso responsable, y la gente ha tomado conciencia”, y consideró que “además los elementos de pirotecnia autorizados vienen más seguros que antes y, por lo tanto, hay menos posibilidades de que sucedan accidentes”.

CONTROLES

Este año la Comuna intensificó los controles para evitar la venta ilegal de pirotecnia. Así lo hicieron saber fuentes de Control Urbano, cuyos inspectores clausuraron e hicieron levantar más de una veintena de puestos montados en la calle, que no contaban con autorización para comercializar estos elementos ni ningún tipo de mercadería, indicaron. Por eso, tanto en los barrios de la periferia, donde suelen instalarse estos puestos de venta, había muchos menos, aunque alguno lograron sortear los controles y vendían al público en plena via pública. En esos lugares, también notaron la baja en la demanda: “El año pasado no daba abasto, pero ahora me ha quedado mucha mercadería que espero vender el próximo 31”, dijo un puestero que se había instalado en el barrio Las Quintas.

“Los controles van a seguir, hay lugares que están autorizados para vender cohetería, pero otros que no. Y en esos que no están autorizados como corresponde es donde se encuentran muchos elementos peligrosos, que están directamente prohibidos”, dijeron en Control Urbano.

LA PREVENCION Y LOS PRECIOS

Es cierto, por otro lado, que los organismos públicos como el ministerio de Salud de la Provincia, hicieron mucho hincapié en la prevención del uso de elementos de pirotecnia. Han emitido comunicados con variada información y consejos para evitar accidentes.

Sturzenegger mencionó que la Municipalidad organiza cursos para aquellos que arman muñecos de fin de año y allí también se busca sobretodo la prevención.

Otro factor que se mencionó desde el lado del consumidor a la hora de analizar la baja de la venta de cochetes, petardos y bengalas, fue el de los precios. “Salvo la estrellitas para los más chiquitos, el resto es carísimo. Con 100 pesos compras apenas tres cañitas voladoras y algún petardo, para que después sea plata quemada. No todo el mundo se puede dar el lujo de comprar pirotecnia para festejar la llegada de la Navidad o el año nuevo”, expresó

Según un relevamiento de precios realizado en los puestos de venta, una caja 12 de petardos medianos cuesta $35; los fosforitos y las estrellitas para los chicos valen alrededor de $15, y una cañita voladora multicolor se consigue a $50, aunque hay otras más caras.

“El fenómeno se vio reflejado en el número de lesionados, apenas siete personas”

“Es mucha plata, la gente lo piensa dos veces antes de comprar. Es que para divertirte media hora haciendo ruido hay que dejar más de 200 pesos”, dijo un kiosquero del Centro que vende pirotecnia.

CAMPAÑA POR LAS MASCOTAS

Las entidades protectoras de animales a través de campañas en las calles y por las redes sociales sin dudas que han contribuido a que se genere menos ruidos durante estas fiestas de fin de año.

A tal punto surtieron efectos las campañas a nivel país, que en un pueblo de la provincia de La Pampa, sus habitantes se pusieron de acuerdo para no afectar la salud de perros y gatos y no tiraron ni un solo petardo (ver aparte). “Es otro de los motivos por los cuales en las casas de los platenses se uso menos pirotecnia que años anteriores. Los perros sufren horrores con el ruido de las bombas de estruendo”, expresó Ana Bacigalup, de una protectora de animales.

Lo cierto es que varios factores influyeron para que, al menos en Nochebuena y Navidad, baje considerablemente la venta y el uso de elementos de pirotecnia. Ahora se viene fin de año cuando por lo general los ruidos a explosiones son más intensos, pero si sigue la tendencia de los últimos cinco años, la estadística pronostica que seguirá cayendo la utilización de todo tipo de explosivos.

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