Pesar en el Poder Judicial por el fallecimiento del juez Manuel Blanco

MANUEL HUMBERTO BLANCO

A los 73 años, murió ayer el doctor Manuel Humberto Blanco, titular del Juzgado Federal Nº 1 de La Plata y juez con competencia en todos los procesos electorales de la Provincia desde 1984 hasta ahora.

Fue un hombre clave en la estructura de la Justicia Federal, con intervención en muchas causas resonantes y con un papel de singular relevancia en las controversias que surgían en los procesos electorales, ya fuera por impugnaciones de candidaturas o habilitaciones de partidos.

Antes de asumir como juez federal había ejercido en nuestra ciudad la profesión de abogado. Lo hizo en distintas especialidades, tanto en materia civil y comercial como en asuntos penales y administrativos.

Llegó a la magistratura con una vasta experiencia en el ejercicio profesional. Y eso le aportó, sin duda, una perspectiva distinta en su desempeño como Juez.

Blanco enfrentaba un cáncer desde hacía muchos años. Se había sobrepuesto y había dado una larga y admirable pelea contra esa enfermedad. Lo hizo con gran entereza y fortaleza espiritual. Y hasta los últimos días se mantuvo muy activo en sus funciones.

Hace apenas una semana se había declarado competente para investigar la adopción del nieto de Estela de Carlotto. Y una de sus últimas actuaciones resonantes había sido en una de las causas que se siguen contra Leonardo Fariña, preso y procesado por una presunta maniobra de evasión fiscal.

OTRAS CAUSAS

El juez Blanco intervino en causas de gran impacto público, como el secuestro de Antonio Echarri -padre del actor, Pablo-, delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura en el centro clandestino de detención La Cacha y la desaparición del ex preso político platense Jorge Julio López, quien había sido víctima del condenado ex policía Miguel Etchecolatz.

En su rol de juez electoral tuvo una activa participación en la vida política de la Provincia.

De los últimos tiempos se recuerdan la resolución de conflictos sobre candidaturas, como la impugnación presentada en 2005 contra la postulación de Cristina Fernández de Kirchner e Hilda “Chiche” González de Duhalde para la senaduría nacional.

En 2009 falló en favor de las denominadas candidaturas “testimoniales” y habilitó a Daniel Scioli y a Sergio Massa, entre otros, a presentarse como candidatos a diputados nacionales por Buenos Aires, mientras que autorizó al ex presidente Néstor Kirchner, objetado por su domicilio, para el mismo cargo electivo.

Entonces le habían preguntado si sentía algún tipo de presión, y el juez respondió: “Hace 24 años que tengo competencia en esta materia, desde los tiempos de las internas (justicialistas) entre Herminio Iglesias y Antonio Cafiero y no tengo afectación de ninguna naturaleza”. Justamente, en aquella época el juez tuvo que intervenir activamente en las disputas del peronismo, algunas con violentos congresos partidarios, cuando se enfrentaban los sectores ortodoxos liderados por Iglesias y la renovación encarnada por Cafiero.

“El Negro Blanco”, como se lo conoció en La Plata y en los ámbitos judiciales, falleció en una clínica privada y sus restos eran velados anoche en la casa de sepelios de 46 entre 12 y 13.

TRAYECTORIA

Blanco llegó a estudiar a La Plata desde Punta Alta. En aquella localidad del sur de la Provincia había nacido en 1940. Aquí echó raíces definitivas y fundó su familia. Se casó con Marta Ayerdi y tuvo cuatro hijos.

Se graduó como abogado en la facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional con destacadas calificaciones. Y empezó a ejercer la profesión en los difíciles años setenta. Siempre recordaba que entre sus primeros trabajos como abogado le tocó presentar varios recursos de hábeas corpus por personas desaparecidas en aquellos oscuros años de la Argentina.

En el ámbito del Poder Judicial supo cosechar el respeto de sus pares. “Era un Juez de impecable actuación; recto; duro en el apego a la ley; que jamás aceptaba presiones ni influencias y que se manejaba con absoluta imparcialidad”. Así lo recordaba ayer un magistrado platense que lo conocía desde hace muchos años.

VACANTE

Además de la titularidad de su juzgado, Blanco ejercía como subrogante del juzgado federal número 3, que había quedado vacante con la jubilación del doctor Arnaldo Coraza.

El fallecimiento del magistrado deja, entonces, una doble vacante. Como juez con exclusiva competencia electoral, además, ejercía una función estratégica. Desde hace un tiempo ya se han insinuado tensiones por los futuros reacomodamientos y cobertura de vacantes en el ámbito de la Justicia Federal.

Lo cierto es que la muerte de Blanco provocó ayer un fuerte impacto en el seno del Poder Judicial, donde este año cumplía un ciclo de treinta años como magistrado.

Anoche, en el velatorio de sus restos, lo despedían figuras de diversos ámbitos institucionales de la Ciudad y de la Provincia.

Notas relacionadas

Una huella en la Justicia