La economía en medio del cimbronazo

La muerte del fiscal Alberto Nisman vino a agregar nuevos elementos de incertidumbre a un año que ya había comenzado con dudas respecto del rumbo económico que seguiría el Gobierno nacional en especial con relación a la negociación con los fondos buitre, un dato vital de cara a hacer frente a un 2015, en el que la restricción de dólares se espera que vuelva a ser protagonista excluyente.

De hecho, un dato conocido ayer vino a avalar los temores sobre la situación externa argentina, ya que el propio Indec confirmó que el superávit comercial de 2014 alcanzó el nivel más bajo desde 2001 con 6.686 millones de dólares.

Se trata de un dato clave, dado que es virtualmente la única fuente de ingresos legítimos de divisas que tiene el Gobierno.

Así, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el último año de vigencia del régimen de convertibilidad entre el peso y el dólar, el saldo favorable del comercio exterior fue de 6.223 millones de dólares, levemente inferior a los 6.686 millones del año pasado.

LAS OBLIGACIONES

Esta caída coincide con el inicio de un año donde las obligaciones a pagar alcanzan a 13.000 millones de dólares, esto sin considerar los conflictos sin solución, como ser con los holdouts, a quienes no se le presentó una oferta concreta de pago pese al vencimiento de la cláusula RUFO, que como se recordará fue el argumento esgrimido por el Gobierno para no negociar con los acreedores externos, dado que significaba un alto riesgo de dejar sin efecto los canjes de 2005 y 2010.

Por eso si había consenso entre economistas y observadores en que este año la negociación con los fondos buitre para llegar a un acuerdo debía convertirse en un tema determinante. Y el menor saldo positivo en el intercambio comercial agrega luces de alarma.

Es que claramente un superávit en retroceso no alcanzará, en caso de repetir la misma performance de 2014, para cubrir ni la mitad de las obligaciones del año entrante.

Pero no es el único problema. Hoy se conocerá el nuevo índice de actividad económica, esta vez de noviembre de 2014, luego de que se confirmó que en los primeros tres trimestres del año pasado el PBI se mantuvo estancado. Las proyecciones, incluso para los cuestionados datos estadísticos oficiales no son prometedoras y se espera que el dato del producto bruto interno no traerá grandes modificaciones de aquí a fin de año. Además con Brasil en recesión, una caída generalizada en los commodities y un tipo de cambio que resulta muy poco competitivo para algunas producciones del interior, las proyecciones también suman pesimismo en un año electoral, que siempre restringe el nivel de inversiones privadas.

Un dato conocido ayer vino a avalar los temores sobre la situación externa ya que el propio Indec confirmó que el superávit comercial 2014 alcanzó el nivel más bajo desde 2001

El dato conocido también ayer sobre el índice de confianza de los consumidores que elabora la Universidad Torcuato Di Tella tampoco agregó demasiado optimismo.

Según esta medición, la confianza mejoró en enero al crecer 14,4 por ciento comparado con igual mes de 2014, en el sector de menores recursos, mientras que en los de mayores este crecimiento fue de 10,6 por ciento. De todas formas, este indicador que muestra una mejor situación del consumidor respecto a diciembre pasado en cualquier estrato social, no necesariamente refleja un crecimiento en el nivel del consumo

LOS MERCADOS

Mientras tanto, los mercados no parecen haberse visto afectados por la tensión política-judicial que generó la muerte de Nisman.

Ayer, la Bolsa porteña subió un 1,16 por ciento alentada por el crecimiento de las acciones energéticas, pese a que el petróleo volvió a cotizar en baja y cerró a 46,31 dólares en Nueva York. Al mismo tiempo, el dólar blue registró un leve repunte de 5 centavos para cerrar a $ 13,70 y el oficial sigue su tendencia alcista al cerrar a $ 8,64 en los principales bancos y casas de cambio porteños. Los bonos, en tanto operaron con muy pocas variaciones y sin tendencia firme.

Lo cierto es que la incertidumbre política parece no repercutir: el Merval revirtió la caída con que comenzó 2015 y ya gana el 2,3 por ciento en el año.

Los fuertes controles oficiales , mientras, han logrado controlar la disparada del blue y mantener la brecha que llegó ayer al 58 por ciento.

En cambio, no pudo sostenerse el nivel de reservas que el miércoles se ubicaba en 31.253 millones de dólares con una caída de 180 millones de dólares en lo que va del año, a pesar de un nuevo tramo del swap con China.

UN GIRO necesario

Lo cierto es que un mes atrás, diversos operadores consideraban que era necesario un acuerdo con los fondos buitre para destrabar el horizonte económico.

Por ejemplo el vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Urtubey, estimó que en 2015 podría haber un repunte de la actividad si se resuelve el conflicto con esos bonistas que cuentan con un fallos a favor de la justicia norteamericana.

Pero los sectores económicos temen que la muerte de Nisman agregue más nubarrones.

Es que el fiscal no era una personalidad menor en la vida política-judicial del país por la envergadura de la causa que impulsaba.

La denuncia contra la Presidenta y su muerte en circunstancias aún no aclaradas, sin embargo por ahora no alteraron mayormente el clima económico que, de todos modos, claramente no muestra síntomas de recuperación.

Al respecto algunos informes señalan que el nivel de ventas de autos 0 Km en lo que va del año registra otra importante caída que se ubicaría en torno al 40 por ciento.

Pero esta falta de recuperación obedece más a las circunstancias ya presente antes del domingo pasado. Sólo que la muerte del fiscal añade un nuevo factor de incertidumbre, porlo pronto de tono político-judicial, que si hasta ahora no tuvo su correlato en los indicadores económicos, bien puede llegar a tenerlos apenas, la situación no encuentre una rápida salida institucional, como ya se encargaron de destacar las principales entidades empresarias del país.